Se ha investigado mucho sobre esto. El 98% de los mensajes que te llegan, tu mente no los deja entrar ¡El 98%! solo se permite la entrada a un 2%, y ese dos por ciento es interpretado por la mente. Yo digo una cosa y tú oyes otra. Digo algo diferente y tú lo interpretas de manera que no perturbe tu sueño. Tu mente te da inmediatamente una interpretación. Encuentras un lugar en tu mente donde encajarlo, y la mente lo absorbe, se convierte en una parte de la mente.
Por eso te pierdes a los Budas, Cristo, Heráclito y demás. Ellos te siguen hablando; te siguen diciendo que han encontrado algo, que han experimentado algo, pero cuando te lo dicen tú lo interpretas inmediatamente. Tienes tus propios trucos.
“Uno no debería actuar ni hablar como si estuviera dormido”
Actúa, habla, con plena consciencia y descubrirás un tremendo cambio en ti. El hecho mismo de que estés consciente cambia tus actos. Entonces no puedes cometer pecados. No es que tengas que controlarte, no. el control es un mal sucedáneo de la consciencia, un sustituto muy malo.. si estás consciente, no necesitas controlar la ira; estando consciente nunca surgen los celos. Estando consciente, simplemente desaparecen todas las cosas que son negativas.
Es como una luz. Cuando hay luz en casa ¿como puede existir en ella la oscuridad? La oscuridad simplemente escapa. Cuando tu casa está iluminada ¿como puedes tropezar? La luz está encendida, y tú sabes donde está la puerta y entras y sales. Cuando está a oscuras andas a tientas, te caes.
La ira no es sino tropezar; los celos no son más que andar a tientas en la oscuridad. Todo lo que está mal, no está mal por sí mismo, sino porque tú vives en la oscuridad.
(Osho)
Creo que siempre he tenido la impresión, con la mayoria de la gente, de que hablabamos distintos lenguajes. Yo decía algo y ellos lo interpretan a su manera. Imposible entenderse....yo puedo seguirles a ellos pero de ninguna manera ellos pueden seguirme a mí. Yo oigo otra melodía.
Por una razón desconocida, soy hipersensible a todo lo disonante, como si tuviera una especie de oído absoluto para las notas desafinadas, para las contradicciones...y por eso no me reconozco en ninguna creencia, en ninguna de esas culturas familiares incoherentes.
(La elegancia del erizo.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario