Necesitaba las alas

Necesitaba las alas.
Ellas nos muestran los horizontes sin fín de la imaginación,
nos llevan hasta nuestros sueños,
nos conducen a lugares lejanos.
Son las alas las que nos permiten conocer las raices de nuestros semejantes
y aprender de ellos.

(Paulo Coelho)

recuerda tus sueños

¿volverá la magia?

Solo si tú crees.
¿Crees en las hadas?...


Deja que el viento entre y se lleve lo que sobra.
Deja que las raices beban el agua que necesitan.
Deja que los colores vuelvan a serlo todo.
Deja que aquella magia...

Nos Resucite.

I believe in you

Soledad, el camino que has escogido
inquieta ruta, sin regreso
Un día encontrarás tu luz nuevamente
Tu no sabes?
No dejes, se fuerte

Sigue tu corazón
Deja que tu amor te conduzca a traves de la oscuridad
Vuelve a un lugar que una vez conociste
Yo creo, Yo creo, Yo creo, en ti

Sigue tus sueños
Se tu mismo un angel de bondad
No hay nada que no puedas hacer
Yo creo, Yo creo, Yo creo, en ti

Solito, te iras fuera solito
Corazón abierto al universo
Donde vayas busca sin mirar atras
No esperes que el día nazca

Sigue tu estrella
Ve hasta donde tu sueño te lleva
Un día lo tocarás
Si tu crees, si tu crees, si tu crees, en ti
Sigue la luz, no apagues la llama que tu llegaras
En el fondo de ti recuerda
Que Yo creo, Que Yo creo, Que Yo creo, en ti

Algun día yo te encontraré
Algun día tu también me encontraras
Y cuando te tenga cerca
Yo se que es verdad
Sigue tu corazón
Deja que tu amor te conduzca a traves de la oscuridad
De vuelta a un lugar que una vez conociste
Yo creo, Yo creo, Yo creo en ti
Sigue tus sueños
Se tu mismo un ángel de bondad
No hay nada que no puedas hacer
Yo creo, Yo creo, Yo creo en ti

sigue tu estrella

sigue tu estrella

El lenguaje natural del alma es poesía y música. Florece sobre el símbolo, el mito y la metáfora. La facultad del alma es la imaginación. Esa facultad es nuestra manera de alcanzar el significado mas amplio.
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viernes, 26 de octubre de 2012

Física y química


Aunque todavía no sea de general conocimiento y, a los que ya lo sabemos aún nos cueste trabajo asumir, somos energía. La cuestión ya está demostrada, así que no se trata de creer o no, sino de cambiar el paradigma base y las reglas de juego. Indudablemente, nos conviene hacerlo.

 Como energía, inmaterial, invisible, intemporal y omnipresente, estamos afectados por las leyes inmutables, entre otras, de la vibración y la atracción, por lo que la ignorancia al respecto nos sale cara.

 Nuestros pensamientos, palabras y emociones, al igual que nuestros cuerpos y todo lo material que existe, es energía que sale al espacio vibrando a una determinada frecuencia, sumando a la misma vibraciones similares y regresando aumentada, como un boomerang o imán, al sujeto que la envió.

 Estar consciente del matiz, positivo o negativo, de nuestra energía nos ayuda a elegir deliberadamente nuestros pensamientos y creencias, a fin de que lo que recibamos en forma de experiencias de vida sea lo que queramos y nos guste.

 Así, atendiendo y enfocándonos en lo que nos gusta, lo bello, lo bueno, lo positivo, lo agradable, la valoración y el agradecimiento emitimos energía positiva que nos devolverá experiencias agradables y positivas. Al contrario también funciona.

Una buena metáfora al respecto es cuando queremos oír o ver nuestro programa favorito en la radio o TV: sintonizamos la emisora o cadena adecuada. Pues si queremos sentirnos bien y vivir experiencias agradables, nuestros pensamientos, palabras, emociones y relaciones tienen que estar en la “misma onda”. 

 En cuanto a las emociones, su función fisiológica activa el cerebro y originan respuestas en el organismo. El mayor servicio que nos hacen es protegernos y reforzarnos.

 Sin embargo, cuando esas emociones ya se disparan casi en automático y no obedecen a un peligro o situación de riesgo, toda la química generada y la activación de órganos y sistemas de nuestro cuerpo no necesarias, originan problemas de salud y envejecimiento. Por eso a estas emociones que generan una respuesta química negativa en nuestro cuerpo se les denomina “emociones tóxicas”, porque actúan como un veneno de acción lenta pero con resultado letal asegurado.

 El amor, la compasión, el perdón, la comprensión, la alegría, etc. son emociones que nos mantienen jóvenes y vitales, cualesquiera que sea nuestra edad biológica. Suman años de vida y calidad de vida a esos años.

 Por el contrario, la rabia, ira, odio, culpa, resentimiento, vergüenza, remordimiento… Cualquiera de estas emociones, está comprobado, que puede ocasionar toxicidad en el cuerpo físico por ser metabolizadas como sustancias tóxicas, causando inflamación y comprometiendo el sistema inmunológico. Tras ello, la enfermedad está garantizada.

 Que estos apuntes de física y química nos sirvan para tomar conciencia de la importancia de nuestros pensamientos y sentimientos, a la vez que nos hacemos responsables de nuestra salud, bienestar y calidad de vida.

 Ana Novo “La Comadrona Espiritual” ® www.creoycreo.com

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